¿Qué es un transgénico? Todos los seres vivos poseemos una valiosa información que se encuentra contenida y codificada en los genes, dentro del ADN. De manera natural, conforme va pasando el tiempo, dicha molécula puede hacer pequeños cambios debido al proceso evolutivo, a una velocidad muy baja. Cuando el ser humano interviene en este tipo de cambios mediante manipulación o técnicas de ingeniería genética es cuando se obtienen los transgénicos.
¿Cuáles son sus desventajas? Se perjudica el organismo original, ya que al alterar el curso natural de su evolución, se altera su organismo y pierde su esencia. Si los transgénicos se producen de forma masiva, se inhibirán las otras variantes naturales de esa misma especie. Se afectan las redes y cadenas tróficas al haber un cambio inducido por el ser humano. Por otro lado, estudios han comprobado que los transgénicos pueden dañar al ser humano.
El pasado 25 de mayo fue el día mundial contra Monsanto, la empresa a nivel mundial que más transgénicos produce. Según varios expertos, la finalidad de Monsanto es la de controlar la cadena alimentaria y los transgénicos, que junto con las patentes, son la vía para conseguir ese objetivo. Monsanto vende a los agricultores el paquete tecnológico completo: semillas patentadas y el herbicida obligatorio para esa semilla.
A cambio de eso, Monsanto hace firmar a estos productores un contrato por el cual les prohíbe conservar semillas y obliga a comprar Roundup (herbicida producida exclusivamente por Monsanto), no pudiendo usar un herbicida genérico. Debido a ello, muchos agricultores pueden verse afectados, ya que siempre tendrían necesidad de comprar las semillas a esta empresa.
En Europa, la producción de los transgénicos es prácticamente inexistente, con la excepción de España y Rumanía, debido a la gran resistencia de la población y sus agricultores por los posibles problemas secundarios.
