¿Te duele espalda? ¿Te pasas la mayor parte del día sentado en sillas para oficina? Es probable que tus problemas provengan de la postura que adoptas al sentarse. Y es que aunque las sillas para oficina son en general muy cómodas, hay que sentarse de forma correcta para que el cuerpo no sufra las consecuencias de estar sentado durante muchas horas seguidas.
Las sillas para oficina, o al menos la forma cómo nos sentamos en ella, provocan diferentes dolencias: problemas cervicales, lumbares, musculares y en las articulaciones, así como entumecimiento en las piernas y problemas de circulación.
¿Cómo debemos sentarnos en sillas para oficina?
Para evitar todos estos problemas, es vital que aprendamos a sentarnos en una posición correcta en las sillas para oficina, una postura que nos permita estar cómodos a la vez que cuidamos de nuestro cuerpo. Hay que colocar la espalda apoyada en el respaldo, con los pies apoyados en el suelo. Es importante que los pies no queden colgando para evitar problemas de circulación, así que si todas las sillas para oficina te quedan grandes, hazte con un buen reposapiés.
Si tienes molestas en las manos y las muñecas, es posible que no estés colocando los brazos y las manos en la postura correcta. Utiliza los reposabrazos para apoyar los brazos y no sobrecargarlos.
La higiene postural –es decir, la forma en la que nos sentamos– es importante para evitar molestias, pero hay que tener en cuenta que las sillas para oficina también tienen responsabilidad en ello. Deben ser ergonómicas y cumplir con una serie de características básicas: contar con reposabrazos, ser regulables y tener el borde suavizado y curvado hacia adelante para que no se produzca una presión excesiva detrás de la rodilla.
Asegúrate de estar utilizando sillas para oficina ergonómicas y, sobre todo, cuidar nuestra postura. Como se suele decir, más vale prevenir que curar.
Fuente: sillasparaoficina.es